lunes, 4 de diciembre de 2017

"Unisex", o lo masculino como versión por defecto


 Ayer me sucedió una pequeña anécdota que ilustró de forma muy gráfica la manera en que los hombres a menudo disfrutamos de un a menudo invisible privilegio por el mismo hecho de ser hombres. Estábamos visitando la exposición Harry Potter: The Exhibition, y como es tradición, una vez terminada la exposición, venía la tienda de regalos. Una de las cosas que más me llamó la atención fue una camiseta roja con el cartel de "Se busca" de Bellatrix Lestrange. Sin embargo, las camisetas eran todas pequeñas, y me acerqué a una de las dependientas para preguntarle si no tenían tallas más grandes.

La chica me respondió que de aquella camiseta sólo existían modelos de mujer. Añadió, con mirada perspicaz, que de hecho esto le había sorprendido, porque normalmente en los puestos de merchandising de conciertos y demás, sólo había modelos para hombres, y no una versión para cada sexo. Y mucho menos únicamente versión femenina. Ignorante de mí, le dije que quizás la versión masculina en estos casos era unisex, y me respondió que a veces ella no tenía más remedio y las compraba, pero que a las chicas esas camisetas no les quedaban bien. Y entonces recordé lo que me pasó este año, cuando en Halloween, para un disfraz, utilicé una chaqueta amarilla de mujer, y al ponérmela pude comprobar que el corte era diferente al de una chaqueta de hombre, y no se me ajustaba bien. En esta exposición, la gran mayoría de las camisetas que se vendían eran "unisex", es decir, de hombre, y por lo tanto, todas las chicas que asistían tenían que conformarse con una camiseta que les iba a quedar como un saco de papas. O quedarse sin camiseta. Así a ojo, yo diría que la mayoría de asistentes a la exposición eran chicas, dicho sea de paso.

Captura de pantalla del resultado de Google imágenes al buscar "camiseta unisex".

Así que yo me quedé sin camiseta, y durante estos diez minutos, viví en primera persona una situación extraña para mí y que sin embargo, como me hizo ver la dependienta, las chicas experimentan una y otra vez, cada vez que acuden a conciertos y otros actos. Por una vez, no tuve el privilegio automático de ser hombre. Es una pequeña pero significativa muestra de cómo el mundo está planificado con el hombre en mente como "sexo por defecto", y las chicas son tratadas como una variante, un caso excepcional. Hasta el punto de que algo considerado unisex, es en realidad la versión masculina simple y monda.

La anécdota, ya que estamos en ello, tiene aún otra capa más. ¿Por qué de este modelo de camiseta en específico sólo había modelo para mujeres? La respuesta más obvia es que el personaje que aparecía representado era Bellatrix Lestrange, una mujer. Evidentemente, el pensamiento de los creadores de merchandising fue que, si el personaje que aparecía era una chica, la camiseta en cuestión sólo querrían llevarla las chicas. En una exposición dedicada a una serie protagonizada por un chico, donde las miles de visitantes de sexo femenino sin duda en el pasado habrán comprado cientos de camisetas (de hombre) con la cara de Harry, y no les habrá pasado nada. Porque, de nuevo, se da por sentado que una chica puede sentirse representada por un chico sin problemas, pero pedir que un chico se ponga una camiseta con un personaje femenino... En fin, no me extraña nada que cuando el periódico El País hizo una encuesta para ver qué famosos servían de referente para los jóvenes de entre 16 y 19 años, las chicas tuvieran referentes de ambos sexos, pero los chicos sólo tuvieran a hombres. La cultura no es ni inocente ni inocua, y sus consecuencias a la vista están.